Somos luz que a veces alumbra y otras destella, consiguiendo marear o guiar.
Tinieblas contempladas, mientras una oscuridad imperfecta se esconde tras tu oreja.
El onírico paisaje devastado de vieja soledad será recordado por tus pupilas tiritonas.
A lo lejos, posados en camas prohibidas.
La luz fundida, con piel perforada por el alma mundana.
Sombra de poniente azota tus palabras.
Sentimientos agotados, quemados por dentro, giran.
Vasos rotos.
Besos de bocas torcidas, palabras trepadoras.
Aeropuerto sin terminal.
Llueve, en nosotros tanto como en los demás.
Nadie nos librará de la mediocridad.
Ya te lo puse en el otro poema, que me alegra tu vuelta, que se ha echado de menos tu letras y que no dejes de escribir, que si no alimentas tu alma ¡¡ se te comera!!
ResponderEliminarHola guapa... no dejes que la monotonía te derrote, yo he luchado y luchado y creo que por ahora voy ganando... vuelve a esas noches que no tienen día y que el día no pueda vencer a la noche...porque habrá días que no tengan noche que venzan al alba.
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