Un crimen fue cerrar los ojos y encontrarte frente a mí, para hacerte resucitar minutos después.
Un crimen fue preparar la escena sin prepararla, ya que surgía sola.
Un crimen dejó dispersas las ropas sin saber el motivo que las hacía caer así.
Un crimen fue dejarlo todo por la causa, quedarse desnuda ante ti, para matar y dar vida de nuevo.
Un crimen…con huellas dactilares por todos lados, con testigos y víctimas.
Víctimas de deseo, de sí mismos.
Víctimas de cuellos, de pechos, de lenguas, de minas antipersonas con ganas de explotar.
Estás vivo, he intentado matarte, he intentado los extremos, pero ha quedado para más…
Soy una criminal de las inmediaciones de tu ombligo, pero no hará falta que me lleves a juicio, detenme directamente…Haz caso omiso a las leyes, no harán falta.
Yo te ataqué, sin haber consumido sustancias tóxicas, en mi absoluta cordura, sin un mínimo de frialdad. Me entregaré sin que me leas mis derechos.
No me reformes, no me devuelvas a la sociedad para que me reinserte. Aprovéchate de mi, una y otra vez, y otra…
No te quepa duda, haré lo imposible por demostrar mi culpabilidad y alevosía…
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