Ludovico de Luigi

Yo, yo vivo aterrado pensando en el día que me comprendan porque esto querrá decir que soy como ellos. Y será el fin de mi vida, porque toda la vida he querido que no me entiendan...(Ludovico da Luigi)



martes, 15 de noviembre de 2011

Estallando la razón




¿Y si te enredas en mi pecho, hasta no saber como desenroscarte?

Inequívoca línea bifurca...Te avisé. Había poco que ofrecer,
mientras cruzabas el umbral de mi mundo paralelo.

No me acuses de traidora.

¿Y si se pone en verde el semáforo del cruce a calle Olvido?

Esa noche interminable amenazante te advirtió.

Sin embargo, un mensaje esperaba mi mañana sobre tu piel tibia

y unas sábanas arrugadas por ti. No marches ahora.

¿Y si mi vida se va por dónde no quiero?

Arriesgué pensándote, por lejos que estuvieras,

dando ruido, dónde sólo había sitio para el silencio.

¿Y si te cansas de beberme los vientos?

Cambió el verbo. Ya no te conformas con ser sentido.

Ahora con ahínco quieres clavarte.

¿Y si dejo de sentir tus mareas en mi espalda?

Problema...que me dieras fuego mientras me apagaba,

calmando mi maldita sed.

¿Qué haré si dejas de morder mi manzana?

Robaré canciones a desconocidos,

buscándote dormido en sus torcidos renglones.

Incitaré el pecado laberíntico e insaciable.

Lucharé contra la ciénaga de tu hastío.

Desbocaré tus amaneceres apaciguados.

Zurciré heridas y tenderé penas al sol.


No mentí cuando te confesé que nunca me canso

de buscar recursos para seguir andando sin pilas...




lunes, 7 de noviembre de 2011

Recorrido



Me da miedo que te vayas, sin conocerte,
Que apagues este fuego, sin dar tiempo a que llueva.

No quiero buscarte entre los escombros de recuerdos,
Sin apenas haber pronunciado tu nombre.

La claridad se llena de ceniza y etílicas palabras,
Me das guerras oscuras que perderé…

Cada día miento peor,
Y las certezas se me enredan más a menudo.

Recorreré aceras, que alimenten esta curiosidad,
Y anulen las ganas de matar palabras.

Palabras que oigo sin querer,
Y duelen antes de ser inventadas.

Y me da miedo, que te pierdas,
Y me da miedo que vuelvas.

Dime que te quedas,
Que mi guarida no deja de mirarte.

Pasa. Acomódate. Despréndete…
Estás en tu casa…

martes, 1 de noviembre de 2011

Proceso



Mientras la música sonaba en mi gramófono subterráneo,
Inicie la búsqueda avanzada y aprendí a encontrarte.
Reinventando otros nombres, desgastada en tu risa,
Derramando mi cuerpo en habitaciones desordenadas,
Vacías sin tu instante
Rebosantes de formas sin tu partida…

Y bailó una lágrima única y solitaria
Inundando mi mejilla,
Con un suspiro se perdido en tu caracola.
Partió el camino sin retorno de la despedida de mi boca,
Llegó el toque de queda. El azul instantáneo.
El amargor de las prisas. El sudor frío despotricado.

Las palabras perdieron el sentido,
Los pensamientos se ahogaron en mis tripas,
Aspavientos retozaron entre nuestras manos,
Las letras dejaron de adornar mi cuerpo,
Las sensaciones se ocultaron en los recovecos prohibidos.

Vuelas, desprendida de mis entrañas,
Presenciando mi pelo enmarañado entre dientes afilados.

Duro proceso el de aprender a desaprenderte…

jueves, 27 de octubre de 2011

Más allá de Orión...





Arden las aceras vacías
mientras centellean sueños interminables,
el viento brillando por su ausencia,
y yo perdida entre las costumbres.

Lo más grande se hace lo más pequeño,
si faltas tú. Si no existes.
Si los habitantes de la ciudad desangelada,
no saben de tu nombre.

La tolerancia suma cero,
si la sumamos con tu Dios.
Que más da cien que doscientos,
si no estarás a mi lado.

Por la boca vive y muere el pez,
yo me ahogo en tu feudo,
y asumo éste desencuentro,
que aún me retumba.

Rayos platas me deslumbran,
atardeceres ocultos me bañan,
una sonrisa me conmueve,
y las miradas curiosas me aterran.

Majestuosidad en vidrieras,
grandiosidad a mis pies,
castillos artificiales de arena,
en los cielos que emulan el Edén.

El paseo que recorre el cuerpo maltrecho,
las luces tiritando en mi hiel,
yuxtapuestos, complementarios.
Extraña pareja sentenciada.

Desdichado el destino,
O dicha de tu querer…

lunes, 24 de octubre de 2011

La Ciudad de las Grúas, Dubai...

Hago un resumen de esos días, que os veo realmente curiosos y curiosas pero olvidaré o dejaré a cosa hecha algunos datos en el tintero. Tenéis todo el permiso para preguntar y comentar!!

Dubai, uno de los siete Emiratos Árabes Unidos, ha despertado en mi sentimientos encontrados, ha sido uno de los viajes que más sensaciones me ha despertado, empezando porque los días allí se me hacían largos, pero no por aburridos, sino porque sentía como si allí el tiempo se ralentizase (quizás por ver la tranquilidad con la que se lo toman absolutamente todo, allí no creo que haya muchos infartos provocados por el estrés), y luego de repente, al volver, me ha parecido todo un sueño, que se me antoja hasta lejano, cuando hace una semana justa que llegaba a casa tras 17 horas de viaje, tres aeropuertos visitados y un autobús enlazando uno con otro.

Nada más llegar, me encuentro con un calor asfixiante, quien me conozca bien, sabe lo mucho que esto me preocupaba y con razón!!!si la temperatura era a las 7.30 de la mañana de 30º más o menos, la sensación era de muchos más, con una mezcla de humedad que hacía que fuese siempre sudando (labio superior incluido, con la rabia que me da!!), y que desease siempre una ducha…y me he pegado unas cuantas eh!

Tras ello, me adentré en busca del hostal que durante dos días sería mi guarida, en la zona antigua de Dubai llamada Deira, ya que la ciudad se encuentra dividida por una ría de la que ellos se sienten enormemente orgullosos me da a mi, y que a mi no me pareció para tanto, llamada “Creek Dubai”. Ésa zona carece de la arquitectura ostentosa y excesiva que luego te encuentras en la zona de Dubai y en cambio está llena de comercio, vida masculina y locales de tunning. Un vigilante o conserje no me quedo muy claro, nos explicó que aquello era un barrio de hombres solteros, porque allí yo no veía mujeres por ningún lado. De allí me llevo el recuerdo de una especie de calzone – pizza turca que estaba de miedo y la experiencia de fumar shisha rodeada de hombres, que yo pensé que se escandalizarían pero sólo miraban de reojo no sé si por curiosidad, incomodidad o sorpresa, pero no creo que fuese la primera que vieran. Para los malpensados y malpensadas como mi santa madre, os diré que me he llevado una ropa bastante discreta para como suelo ser, así que no, no me miraron de más.

En cuanto a Dubai, es asombroso cuando te adentras en una avenida llena de edificios, que empiezan a subir de altura de forma escandalosa, brillantes ante el sol de justicia que nos castigaba y porqué no decirlos sucios hasta decir basta, que claro, luego pensé yo, quien era el bonito que se colgaba a limpiar aquello…Si me quedé boquiabierta con ellos y las paradas de bus con aire acondicionado, no conseguí cerrarla tras ver sus malls (centros comerciales). En uno de ellos, pudimos fotografiar, el acuario más grande del mundo, observar divertidos chicos y chicas en la pista de patinaje, y alucinar con sus 1.500 tiendas y como no, con su gente. Chicas vestidas de negro de arriba abajo, coquetas, de las que podías adivinar su posición tras sus flequillos mechados o sus maquillajes perfectos mientras tomaban café en Armani, rodeadas de bolsas que valen más que la ropa que llevo cada día vamos…Tras salir de allí, nos encontrábamos con la fuente más grande del mundo, que ofrece un espectáculo cada noche a partir de las 19 horas y que sinceramente no merece la pena (o será que yo estaba muerta y la hora de espera me sentó fatal) y el impresionante Burj Khalifa, el rascacielos más alto del mundo, que a los dos días tuve la gran suerte de visitar en la zona que tienen para poder divisar la ciudad entera (previo pago, esas cosas son caras para mi gusto) y que me dejo encantada.

Previo pago también visité el Museo de Dubai (nada destacable, o será que lo vi muy dormida), el Heritage (bastante entretenido),por supuesto una playa (previo pago para llevar bikini) de la que me echaron del agua a las 19.30 muy a mi pesar, el hotel más caro del mundo por fuera el Burj Al Arab, con sus luces cambiantes y sus coches caros saliendo de allí y la Palm Jumeirah que no tiene mucho sentido, ya que lo impresionante será verla desde arriba…

También visité Sharjah que me pareció una ciudad de lo más normal pero en la que me comí un bocata de pollo tikka o yo que sé, realmente rico, que los que me conocen bien fliparían por el lugar y las pintas de aquello conociendo como soy para esas cosas.

Pero luego llego Abu Dhabi, otro de los Emiratos, que me encantó. Quizás hasta más que Dubai, y no sé muy bien porqué pero la vi llena de vida, estábamos en una zona céntrica, cerca la Corniche (paseo marítimo) que en Dubai es bastante pésimo. Allí también abundan los edificios esplendorosos, aloja dos palacios reales que no ví por dentro pero que tenían muy buena pinta y como no, la mezquita más grande del mundo, blanca reluciente, enorme, que me hizo entender porqué en la guía leí que la Mezquita Azul te parecía irrisoria al lado de ésta en cuanto a tamaño y a lujo, por supuesto. Impresionante, con la alfombra más grande del mundo, lámparas majestuosas, sus catorce tipos de mármol que coloreaban y adornaban de flores su interior. Increíble de verdad, en cuanto a belleza estética, aunque algo “desangelada”, tanto exceso hace que pierda un poco el sentido del lugar, al menos para mi gusto.
La visita a la entrada de Ferrari (era bastante caro entrar y nos contuvimos, no sé si se arrepentirán ahora) y el circuito Yas Marina (accesible por un hotel bien guapo) también fue en esa ciudad.

Los sentimientos encontrados se producen al ver ambas ciudades llenas de indios y pakistaníes que trabajan por un sueldo vergonzoso, hasta las que tantas de la noche y duermen en barricadas a las afueras de las urbes, a las que son trasladados en autobuses. Ellos lo justifican, tienen sus derechos y están de forma legal y en sus países no tendrían nada…muchos me habéis preguntado si es como lo que pasa en los invernaderos de Almería por ejemplo…
Más sensación extraña por el concepto de la mujer que sigue habiendo allí, como país árabe. Están a años luz de la igualdad y de verdad que me planteé cuántos años les quedan, si ni siquiera se les permite conducir, y llevan el pelo oculto no por religión sino por cultura, pero si no lo hacen no irán al cielo…
Aún visto en otros lugares, me sigue sorprendiendo la llamada al rezo (que me parece que le da mucha personalidad a la ciudad ese canto, no lo puedo remediar) y que muchos se paralicen para solventar sus pecados.
Sentir, que cuanto más dinero y mejor posición se les ve, más engreídos y maleducados son.

Ver su riqueza, ése afán desproporcionado de ser “los más” me hicieron llegar aquí con ése pellizco raro que a todos os comento cuando me preguntáis y que soy incapaz de explicar mejor…Muchos y muchas os habéis llevado la idea de que no me ha gustado…

Si, si me ha gustado mucho el viaje, por diferentes motivos, ha sido realmente especial, pero no es el lugar en el que me gustaría perderme y que tardarais en encontrarme…